La Ley de Juego Patológico entró en vigencia en la Ciudad de Buenos Aires

Junto con previsiones sobre juego responsable y la creación de un registro voluntario de autoexclusión, esta norma también incorpora previsiones muy importantes en lo que hace a publicidad, patrocinio y promoción de juegos de azar.

También establece un régimen sancionatorio propio, y modifica el Código Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, para penalizar a titulares o responsables de medios de información y comunicación, en plataformas que realicen publicidades en infracción al marco normativo.

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“La Ley Nº 6.330 es de suma importancia para la industria del juego, máxime en un momento como el actual, en el que se encuentra abierta la Convocatoria para el otorgamiento de permisos de agencias de juego en línea en la Ciudad de Buenos Aires”, destacó el abogado Tomás García Botta, especialista en el sector de juego y parte del MF Estudio.

Cabe recordar que la Ley fue promulgada por la Legislatura porteña el pasado 24 de septiembre, y a partir de su publicación en el Boletín Oficial en el día de ayer, se insta a concientizar a la sociedad y a evitar sus consecuencias perjudiciales tanto a nivel individual, como familiar y social.

Desde el Bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura, destacaron la obligación de trabajar en la regulación y dar información precisa y completa respecto del tipo de juego, reglas y demás información relacionada a la operatoria del juego.

La Ley fue consecuencia de una decena de iniciativas parlamentarias tratadas, que fueron consensuadas entre las Comisiones de Desarrollo Económico, Mercosur y Políticas de Empleo; Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria; y de Salud).

En ella, se regulan las políticas de juego responsable y se introducen tres principios estructurales: el Principio de Juego Responsable, el Principio de Publicidad Responsable y el Principio de Responsabilidad Social. Será obligatorio exhibir en los canales autorizados para la comercialización, distribución y expendio de juegos de apuesta, la leyenda preventiva: "El juego compulsivo es perjudicial para vos y tu familia".

Además, se establece la prohibición de cajeros automáticos y casas de empeño tanto en el interior de las salas de juego como en un radio de 200 metros y la colocación de relojes. Y se insta a informar sobre la edad permitida para acceder a jugar, mediante un procedimiento para verificar la identidad y edad del apostador.

En cuanto a la autoridad de aplicación, en este caso Lotería de la Ciudad (LOTBA), deberá disponer de los mecanismos necesarios para verificar el cumplimiento de las obligaciones previstas y evaluar las políticas y procedimientos implementados. Para ello, se deberá poner a disposición la información, permitir acceso a los sistemas y cualquier otra solicitud que se requiera.

Paralelamente, dispone disminuir la exposición de la población en general y de las personas jugadoras en particular -en especial a aquellos vulnerables, compulsivos o problemáticos- a factores, condiciones y situaciones que faciliten el desarrollo del juego patológico. Y se prevé un registro de autoexclusión voluntaria para cualquier persona que considere que ya no puede controlar el juego, pueda concurrir a cualquiera de las casas de juego de azar y pedir ser autoexcluido voluntariamente.

“Se trata de una ley amplia e integral, que establece importantísimas limitaciones y restricciones con el fin de evitar el desarrollo de conductas patológicas y proteger a quienes padecen esta enfermedad. Estamos muy conformes con el texto aprobado, que se trabajó en conjunto, logrando consenso con distintos espacios políticos”, declaró el jefe del bloque oficialista, García Vilas.

Por su parte, el socialista Roy Cortina dijo que "es un buen marco normativo integral que reemplaza el paradigma de la apelación a la responsabilidad individual de las personas jugadoras por otro centrado en la responsabilidad estatal de desarrollar políticas públicas integrales que combatan el juego patológico". Ponderó como “fundamental la creación de un registro de autoexclusión”, y que “se haya logrado avanzar en restricciones concretas a las apuestas on line, las salas de juego y su publicidad, además de garantizar la orientación y la asistencia sanitaria de las personas afectadas por la ludopatía y sus familias".