Santoyo destacó que las diez mil personas aproximadamente que trabajan de manera directa e indirecta en la industria del juego estatal, verían sus puestos de trabajo en riesgo. “La industria del juego aporta a la economía estatal una enorme derrama económica que se traduce en miles de empleos bien retribuidos, contribuciones e impuestos que tan sólo en el estado suman más de 145 millones de pesos anuales según su Ley de Ingresos 2020”, agregó.
Destacó que padres de familia, estudiantes y profesionistas han encontrado en esta industria la mejor manera de llevar el sustento a sus hogares, ya que laboran en ambientes agradables de trabajo y con excelentes prestaciones. “Empleos que ahora mismo están a punto de perder y con esto llevar a todas estas familias a padecer escasez alimentaria, incertidumbre de cómo pagarán los recibos de sus viviendas y cómo sacarán adelante a sus familias”, concluyó.
El gremialista indicó que es necesario que “se piense en las personas que pueden quedarse sin trabajo y que se reconsideren a los casinos para que puedan operar en la fase actual, ya que son casi cuatro meses en los que no han podido abrir”.