“Uno a veces emparenta esta tecnología solamente con las criptomonedas y un poco la idea de hoy es mostrar esa dualidad, una cosa son las criptomonedas pero que detrás de eso hay una tecnología que es muy potente y que se puede utilizar para muchos procesos”, comentó al comienzo Lucas Jolyas, de OS City.
“Blockchain es una tecnología de confianza. Es verdad que en los inicios estaba muy relacionada o emparentada con las criptomonedas, pero en realidad lo que permite es hacer transferencias de valor, sin la necesidad de contar con un intermediario”, explicó el ejecutivo, para pasar a un ejemplo sencillo.
“Imaginen que con Luis Ayestarán somos un hombre de la prehistoria, y decidimos hacer un intercambio: yo le voy a entregar una gallina y él me va a dar un poco de maíz. Eso básicamente es un acuerdo entre privados, pero para que no existan engaños, decidimos grabar el acuerdo en algún tipo de soporte, como un pedazo de piedra o madera. Yo le voy a entregar dos gallinas a Luis, y Luis me va a dar una determinada cantidad de granos. Si eso lo dejamos solamente en nuestra memoria, corremos el riesgo de que se olvide si eran dos gallinas o una, o la cantidad de granos acordada y demás. Entonces, necesariamente, a lo largo de toda la historia de la humanidad siempre necesitamos un soporte donde registrar los acuerdos entre privados”.
“Hasta este momento, las tecnologías de confianza siempre existieron pero, ¿cuál es su característica? Son centralizadas, es decir, están almacenadas en un solo lugar, como el libro contable que está en el escritorio de mi contador, pero es un único ejemplar, y las copias pueden no ser fieles. Todas las tecnologías de confianza hasta el día de hoy eran centralizadas. ¿Qué es lo novedoso de blockchain? Que es la primera tecnología de confianza que está descentralizada, y se almacena al mismo momento en una gran cantidad de nodos o de computadoras, y cualquiera de los participantes puede acceder y volcar información dentro de esa base de datos. Entonces no hay un tercero de confianza, no hay una organización detrás que se encargue de custodiar esa base de datos. Básicamente, esta tecnología es una base de datos distribuida, que nos permite hacer transferencia de valor o asentar que determinada información no ha sido manipulada, sin la necesidad de tener un tercero de confianza, sin la necesidad de tener un auditor que se encargue de gestionar esa base de datos”.
Al ser consultado sobre por qué adoptar tecnologías innovadoras, como el blockchain, en una lotería, Luis Ayestarán señaló “es una tecnología que se utiliza, entre otras cosas, para las criptomonedas, pero que tiene muchos más usos. La Lotería de Río Negro, por ejemplo, es un ente que tiene información pública y genera información pública con los sorteos, por lo que vimos que había un proceso en el cual es posible aplicar esta tecnología”.
“¿Cómo podemos brindar la seguridad de que toda la información de un sorteo haya sido garantizada, y que todo el mundo tenga la seguridad de que eso no ha sido modificado? Aplicando tecnología blockchain. Consideramos que tenemos que brindarle a nuestros consumidores la información que brinda la Lotería de Río Negro de forma totalmente confiable, utilizando una tecnología que hasta ahora ha demostrado que es inviolable, y así respaldar 41 años de confianza que tienen nuestros consumidores”.
“La pandemia nos ha acercado en el proceso de digitalización de toda nuestra economía, nuestras participaciones sociales y nuestra interacción social. Estamos entrando a una velocidad vertiginosa a este mundo digital”, agregó Ayestarán. “En la Lotería empezamos hace casi dos años, pero ahora tenemos que acelerar como si hubiéramos empezado hace diez, en Argentina nos falta mucho por recorrer”.
“Como entidad, y como responsables de un ente estatal, debemos acelerar los pasos para incorporarnos a este mundo digital. Tenemos que pasar de un ticket físico de compra de un billete de lotería o de algún juego, y lo tenemos que transformar en digital, para darle valor a la tecnología que vamos a usar a diario”, comentó el titular de la Lotería de Río Negro.
“Todos los procesos revolucionarios del mundo generaron tensión y conflicto de intereses, en definitiva el asunto es darte cuenta que estás ante un proceso revolucionario, no es a través de las armas como se hacía antes y de las manifestaciones, sino es hoy a través de la tecnología, pero hay que reconocer que es un proceso revolucionario y nosotros tenemos la obligación, en este caso como funcionario público, de adaptarnos rápidamente; porque en definitiva las instituciones son las que deben preservarse, pero preservarse no para cuidar sus propios intereses sino preservarse en su función y adaptarse a estas nuevas funciones tecnológicas y desafíos que representan estas tecnologías”, enfatizó Ayestarán.
Como cierre, el ejecutivo reflexionó: “Aprovechemos esta situación de pandemia que dejó al desnudo la necesidad de una transformación tecnológica de nuestras organizaciones, como excusa para acelerar el proceso de innovación”.