El proyecto tienen como objetivo permitir las apuestas deportivas presenciales en los casino autorizados, casinos flotantes e hipódromos dentro del estado de Lousiana. A pesar de que no se legalizarán las apuestas móviles que se realicen fuera de los establecimientos, los usuarios podrán realizarlas a través de sus dispositivos móviles dentro de las instalaciones mencionadas.
Según la ley, la Junta de Control de Juegos y Apuestas de Louisana será el organismo encargado de regular las apuestas deportivas. Los operadores deberán pagar el mayor monto entre el 1% de las ganancias procedentes de las apuestas o US$ 500.000 al fondo nacional de prevención, atención y rehabilitación de las personas afectadas por la ludopatía. Por otra parte, los proveedores de servicios de apuestas se verán obligados a abonar una tarifa anual de US$ 50.000, además de US$100.000 por una licencia que los habilitará para prestar sus servicios durante cinco años. También tendrán un impuesto del 12% sobre sus ingresos netos.
Para que el proyecto de apuestas deportivas se convierta en ley, deberá ser aprobado por la Cámara de Representantes para luego ser firmado por el gobernador John Bel Edwards. Una vez completados estos pasos, la población votará si quiere o no autorizar las apuestas deportivas.