Agentes de la Policía Federal (PF) cerraron dos bingos el jueves pasado en el centro de Río de Janeiro. En total, se incautaron 253 máquinas. Los responsables de las casas de juegos son empresarios y están siendo buscados.
Según la PF, uno de los bingos, en la calle Sacadura Cabral, funcionaba en un espacio de entretenimiento para niños y adolescentes. Detrás de un espejo, había un pasaje secreto que llevaba a una sofisticada estructura de juego clandestino.
La otra sala de juegos funcionaba en la plaza Monte Castel. En el momento de llegada de los policías, cerca de 30 apostadores estaban en el lugar. Los dos bingos estaban ubicados cerca de la Superintendencia de la Policía Federal.
Todo el material incautado fue trasladado a la sede de la institución. Los asistentes declararon en el lugar y luego fueron liberados. Una mujer, que sería empleada de uno de los bingos, fue trasladada a la dependencia policial para prestar declaratoria.