El amplio operativo policial que se llevó adelante este lunes en inmuebles donde funcionaban locales de juego clandestino de Rosario y Funes. Se encontraron armas de fuego, numerosas municiones, más de dos millones de pesos en efectivo y 24 mil dólares, dinero apócrifo, diez vehículos de alta gama, motos, alrededor de 150 computadoras y periféricos, routers, notebooks, celulares y módems, entre otros.
Efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), a partir de una denuncia recibida en la Unidad de Delitos Económicos y Complejos, realizaron 17 allanamientos en casinos equipados con máquinas para apostar en juegos de azar que no contaban con autorización legal.
El procedimiento, que derivó de una investigación llevada adelante por orden de la Fiscalía, permitió que se apresaran en la vecina ciudad de Funes a los principales líderes de la banda dedicada a la explotación de establecimientos dedicados al juego clandestino.
La Operación “Game Over” la desarrolló el personal de la Delegación Rosario de la Policía Federal –institución que comanda Néstor Roncaglia- en las zonas oeste y sur de la ciudad. Esta se llevó a cabo a partir de lo recolectado durante la pesquisa, que incluyó seguimientos sigilosos, registros fotográficos y fílmicos.
Tras analizar las pruebas obtenidas, los efectivos de la fuerza lograron descifrar su modus operandi: la banda manejaba lugares comúnmente conocidos como “Casinos Clandestinos” equipados con varias computadoras –cada una identificadas con un código o número de ficha- y un software con juegos de azar. Los cabecillas de la organización se hacían presentes en esos domicilios para el mantenimiento de las máquinas y recaudar el dinero.
“Este procedimiento muestra el trabajo que estamos llevando a cabo junto a las fuerzas federales en toda la provincia de Santa Fe. Al esfuerzo diario de los efectivos que se despliegan en los barrios, sumamos recursos en materia de inteligencia y cooperación policial para prevenir y combatir los delitos complejos”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
Por la ubicación de los garitos, distribuidos en distintos puntos del municipio rosarino, se dedujo que la operación de esta organización delictiva era amplia y compleja. Se pudo colectar también múltiples pruebas que serán puesta a disposición de la Justicia a fin de constatar la maniobra ilegal.
La investigación permitió averiguar los procedimientos de esta banda, que incluían computadoras que simulaban tragamonedas y métodos extorsivos para imponerse en "su territorio". La pesquisa efectuada por la Unidad Especial de Delitos Económicos y Complejos, y de la Fiscalía Regional 2 de Rosario, a cargo de Natalia Benvenuto, permitió establecer que la organización delictual que operaba en la zona oeste de Rosario estaba constituida por un líder o jefe, su segundo de confianza, cobradores, empleados y hasta un individuo que efectuaba el soporte técnico de las máquinas. En total fueron detenidas al menos veinte personas.
Entre los 10 vehículos de alta gama hay autos de la marca Audi y camionetas 4x4. Asimismo, se decomisaron 153 computadoras que servirán para profundizar la pesquisa, tres revólveres calibre 32, 2.276.719 de pesos en billetes de distinta denominación, 24.810 dólares, 450.000 guaraníes, 1.000 chilenos, dos motos de alta cilindrada, equipos electrónicos, 37 celulares, dosis de marihuana y cocaína y más documentación que será de vital importancia para la causa.
Intervino en la causa el Juzgado Penal de 1° Instancia de la 2° circunscripción de Rosario y la Fiscalía Especial de Delitos Económicos de la ciudad, a cargo de Natalia Benvenuto.