Este gravamen se aplicaba hasta ahora a todos los premios superiores a 2.500 euros, y la Diputación Foral de las tres provincias perteneciente al País Vasco elevó el límite exento para equiparar el tratamiento tributario a los premiados con el que reciben los del Estado, donde recientemente se ha incrementado este límite. Por lo tanto, los contribuyentes únicamente deberán abonar el gravamen especial sobre loterías en aquellos premios que superen los 40 mil euros y a partir de esta cantidad.
La Diputación establece dos periodos de transición. En concreto, para los sorteos celebrados desde el 5 de julio de 2018 el límite queda fijado en 10 mil euros y para los celebrados durante 2019 en 20 mil euros. Este gravamen, del 20%, se aplica sobre los premios de loterías del Estado, Comunidades Autónomas, ONCE, Cruz Roja y entidades análogas de carácter europeo, siendo el pagador del premio el encargado de realizar la retención correspondiente.
De este modo, se exime a la persona premiada de presentar la autoliquidación. La Diputación adopta esta medida para igualar el tratamiento tributario de los contribuyentes al establecido por las administraciones tributarias del entorno, equiparando los límites de exención y los períodos de transición a los términos recogidos en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018 aprobada el pasado 5 de julio.
El gravamen especial sobre premios de determinadas loterías aportó el año pasado 11,4 millones de euros a la recaudación de la Hacienda Foral de Vizcaya, aunque por su propia naturaleza, el ingreso que aporta varía significativamente entre ejercicios. En este sentido, en 2016 este gravamen aportó 4,0 millones; cinco veces menos que el año anterior, cuando las arcas forales ingresaron 19,2 millones por este concepto.