“Existe una posibilidad de tratar la ley después de que sea electo un nuevo presidente”, disparó Olavo Salles da Silveira, al ser abordado por Yogonet durante la última edición del BgC 2018, en la ciudad de San Pablo.
“Tendremos tres meses este año, entre el resultado electoral y antes de que las nuevas autoridades asuman en el cargo, y en ese período es común que, en Brasil, el nuevo presidente comience a ejercer un papel de liderazgo”, consideró Salles da Silveria, al tiempo que agregó: “Cualquier presidente que gane las elecciones tendrá que lidiar con un déficit presupuestario muy grande, por lo que creemos que es muy probable que cuando se analicen las reservas, se tenga muy en cuenta la alternativa del juego como parte de la solución presupuestaria, ya que de los proyectos que hoy circulan en el Congreso, los del mercado regulado de juego son de los pocos que proponen un incremento de las reservas del Estado”.
“Si la votación no se llevase a cabo después de las elecciones, es probable que suceda en el primer semestre del nuevo mandato”, consideró el titular de la asociación. Pero al ser consultado por los dos proyectos que hoy se mantienen en pie en el Congreso, y esperan ser debatidos por sus correspondientes cámaras, Sales da Silveira es categórico: “los dos son negativos”.
“El proyecto en el Senado es muy restrictivo -argumentó-, es muy corto para alcanzar una cobertura del mercado brasileño, mientras que el de la Cámara de Diputados eleva por demás la oferta, e ignora la capacidad que hoy tiene el pueblo brasileño para invertir en apuestas”. ¿Qué sucedería de ser aprobada esta medida en Diputados? “De aprobarse, generaría una división muy grande en la sociedad y no daría con la escala necesaria para que se estableciesen operaciones grandes, rentables, que son las que en general mejor reflejan el control, la oferta de entretenimiento y la previsibilidad de un mercado de ocio, que debe ser controlado y auditado”.
Y al ser indagado sobre lo mucho se habla en Brasil del aspecto “turístico” del juego, sumando a la balanza de los pros el atractivo que puede generar en los visitantes del exterior, el titular de Abrabincs señaló que, a su entender, el principal beneficiado no es el turista extranjero, sino el brasileño. “Hoy, con la legalización el principal atractivo está dado por el turismo interno (...) Brasil precisa hacer un trabajo mucho más intenso para vender sus destinos turísticos al exterior, e incluso trabajar el aspecto de seguridad para tener la pretensión de ser un país netamente volcado a la recepción de turismo internacional. Pero para el turismo interno, que tiene otras expectativas y otra dinámica, sin duda la apertura legal de salas sería una medida significativa”.