¿Qué temas abordaron los participantes de la Convención?
El evento fue inaugurado por Luis Felipe Cangas Hernández, director general de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación (Segob). El regulador mexicano abrió el ciclo de conferencias con una emotiva y profunda reflexión acerca de los recientes sismos sufridos por la población de México. Luego, aclaró a los asistentes que el primordial objetivo de la Convención es el intercambio abierto de ideas entre los distintos integrantes del sector legal del juego en el país.
““De acuerdo con el exregulador Michael Ellen, el potencial del negocio del juego online en México es gigantesco
”
Se llevaron a cabo un total de ocho conferencias y mesas redondas, que incluyeron distintos aspectos generales y multidisciplinarios de la situación actual que se vive en esta jurisdicción, entre los cuales se destacaron el ostensible crecimiento del juego online, la seguridad en el juego en vivo o presencial, la necesidad de adoptar estándares internacionales, el importante rol de los fabricantes y proveedores de tecnología, el fondeo social de los sorteos universitarios que muchos desconocen, la colaboración entre las asociaciones, entre otros.
La ley de juego en México data de 1947, ¿podríamos pensar que la celebración de esta Convención Nacional sugiere que se avecina la modernización de la legislación mexicana?
Desafortunadamente, no se anunciaron reformas a la ley. Tampoco se dijo algo sobre el avance del proyecto de Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos, el cual fue aprobado por la Cámara de Diputados desde diciembre de 2014, y que desde entonces continúa esperando la revisión constitucional por parte del senado mexicano.
En mi carácter de cabildero registrado ante la Cámara de Senadores tengo conocimiento de que la Secretaría de Gobernación, por conducto de su titular, Miguel Ángel Osorio Chong, ha solicitado a los senadores la revisión del proyecto de ley. Sin embargo, dicho proyecto habría estado posponiéndose para su discusión en la agenda legislativa en los últimos tres años.
¿Considera usted que el marco legal vigente es suficiente para regular el mercado actual?
Desde mi punto de vista, nada más lejano de la realidad pensar que la ley de 1947 no requiere actualizarse. De hecho, después de conocer la propia información proporcionada por los mismos especialistas internacionales que nos visitaron en la Convención, pudimos advertir con gran sorpresa que hoy México podría casi duplicar sus ingresos tributarios provenientes de juegos y sorteos, principalmente aquellos derivados de las actividades que se llevan a cabo a través del Internet.
““Desafortunadamente, no se anunciaron reformas a la ley
”
De acuerdo con el exregulador Michael Ellen, anunciado en el programa como director de Licencias y Estrategia de la Comisión del Juego de Alderney (Reino Unido), el potencial del negocio del juego online en México es gigantesco.
Con un crecimiento sin precedentes del 25% anual, Ellen estimó que los ingresos generados a la fecha en México por los juegos y apuestas vía Internet asciende a aproximadamente 450 millones de dólares anuales, de los cuales únicamente 50 millones se llevan a cabo a través de permisionarios autorizados por la Secretaría de Gobernación.
De ser cierto lo anterior, me parece más que alarmante el dinero que está dejando de obtener nuestro país ante la ausencia de interés del Senado por impulsar el proyecto de Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos.
Por ejemplo, según fuentes oficiales de la Secretaría de Hacienda y de Crédito Público, durante el año 2016 los ingresos derivados del impuesto especial sobre producción y servicios al juego (IEPS) fueron 2,559.9 millones de pesos (aproximadamente 142.2 millones de dólares).
““Nada más lejano de la realidad pensar que la ley de 1947 no requiere actualizarse
”
Por lo tanto, si los propios observadores internacionales invitados a nuestra Convención aseguran que el juego online que opera actualmente en México al margen de una autorización de la Secretaría de Gobernación genera ganancias de alrededor de los 400 millones de dólares anuales (7.200 millones de pesos) y considerando una tasa impositiva del 30% por concepto del IEPS, es fácil darnos cuenta con una simple aritmética de que todas estas cifras representarían una recaudación tributaria adicional de por lo menos 2.160 millones de pesos, es decir, prácticamente el doble de lo que se recaudó en 2016 –lo cual no incluye otros impuestos adicionales como el impuesto sobre la renta (ISR) también aplicables– y no solamente eso, sino que además estos ingresos fiscales continuarían creciendo exponencialmente un 25% en forma anual.