Oficiales de la Oficina del Sheriff del Condado de Starr y del Departamento de Policía de la Ciudad de Río Grande allanaron un casino ilegal en Texas.
El establecimiento, que funcionaba en la frontera con el Condado de Hidalgo, había sido clausurado dos años atrás por promover el juego ilegal.
Según indicaron autoridades de la Unidad de Delitos Especiales, el casino ilegal operaba 69 slots y pagaba premios en efectivo. “La ley de Texas prohíbe el pago de premios obtenidos por máquinas tragamonedas, ya que sólo están autorizadas para diversión”, informaron.
Jorge Antonio Quintero, Rick Anthony Atkinson y Nicolasa Barrera quedaron detenidos y están acusados de participar en actividades criminales organizadas.