El crecimiento global de los juegos online se debe, en cierta medida, al impacto de la regulación de la industria en algunos países de Europa Occidental. En este contexto, Europa Oriental había quedado rezagada.
Sin embargo, en los últimos tres años, los mercados locales comenzaron a darle luz verde a la regulación del iGaming y esto motivó a los líderes de la industria, quienes han expresado un claro interés en operar en la región.
Aunque la Unión Europea y la Comisión Europea promulgan cierta uniformidad en la forma en la que se ofrece y promociona el juego online, cada país aborda el asunto de manera individual.
Rumania, por ejemplo, reconsideró la ley de juegos de azar nacional en 2014 y el año pasado, el Oficial Nacional para Jocuri de Noroc -regulador oficial- comenzó a emitir licencias permanentes a operadores y proveedores interesados.
Polonia, en cambio, se convirtió en el caso opuesto: hace menos de un mes adoptó un nuevo marco regulatorio que cerró el mercado a operaciones internacionales de juegos de casino, e impuso un impuesto del 12% sobre la facturación de los operadores remotos.