El sector del juego en Panamá sufre un revés tras la aplicación el impuesto al consumidor, del 5,5% que está impactando fuertemente en las ganancias de los casinos. De enero a junio, se apostaron 1.107 millones de dólares, unos 200 millones de dólares menos que en el mismo período del 2015.
Los números en rojo generaron el cierre de dos casinos y los empresarios no descartan que otros locales dejen de funcionar en los próximos días.
Asimismo, remarcan que se han despedido a unos 2.500 trabajadores.