Las máquinas tragamonedas y los demás equipos destruidos fueron incautados en negocios ubicados en el Gran Santo Domingo y varias provincias del territorio nacional: San Juan, Montecristi, San Pedro de Macorís, La Altagracia y la Provincia Duarte.
Los equipos fueron principalmente confiscados en despensas, cafeterías, bancas ilegales, billares y también en comercios ambulantes.
Rafael Jáquez Hernández, director de Casinos y Juegos de Azar, quien presidió el operativo de destrucción, manifestó que esta institución se mantendrá firme en el cumplimiento de la ley, con la política de confiscación y desguace de las máquinas tragamonedas ilegales hasta erradicar dicho mal, ya que se trata de un flagelo muy perjudicial para la sociedad dominicana.