Actualmente, de cada 10 afectados, cinco son por máquinas presenciales, dos por bingo y casino y tres por el juego online, lo que supone un aumento del 30 por ciento de la ludopatía en la red.
Perendreu aseguró que el juego virtual crea adicción de forma mucho más rápida, ya que si en las máquinas físicas normalmente se desarrolla esta patología en cinco años.
Si hasta ahora los afectados eran mayoritariamente hombres de edad avanzada, los neoludópatas del juego en Internet tienen un perfil mucho más joven y cuentan con una formación superior, mayoritariamente universitarios.
No hubo un trasvase de jugadores del físico al online, sino que un sector de la población que antes no estaba expuesto ni amenazado por esta adicción quedó a la intemperie de la desregulación del juego virtual.
En los últimos dos años la proporción de afectados por segmentos -por juego presencial, bingo y casino, entre otros- dio un vuelco más que preocupante.
La relación entre ocio y nuevas tecnologías provoca que el ocio "se traslade a fórmulas itinerantes -en cualquier ubicación y en cualquier momento a través de un ordenador o un móvil- y se suma al envejecimiento de una clientela fiel, pero cada vez más escasa".