¿Cuál es su balance de la feria?
Fue muy productiva. Vinieron nuevas empresas que apuestan a un mercado que aún no está regulado, pero que confían en que las regulaciones -cuando se concreten- los favorezcan. Para mí esto es un signo de que la feria es productiva porque vinieron a un mercado en el cual aún no tienen operaciones, pero apuestan y para mí esto es un voto de confianza a la feria que nos deja muy contentos.
A pesar de que se ve un gran caudal del público, ¿la situación económica de Colombia los afectó en algún sentido?
Puede ser. El número de operadores se ha contraído porque la nueva reglamentación provoca que quienes no tienen la posibilidad de adaptarse a los cambios tecnológicos dejen las operaciones. Colombia se ha caracterizado por contar con un alto número de operadores, pero la cifra ha disminuido en los últimos dos años debido a la regulación. Todo este contexto pudo haber afectado un poco la visita de operadores locales, pero los visitantes internacionales lo compensaron.
¿Qué feedback recibieron de los operadores?
Nos manifestaron que se encontraron con una feria muy bien organizada y pensada para hacer negocios. La marcha por la paz que se realizó en Bogotá, y en otras ciudades del país, el jueves 9, en coincidencia con el segundo y último día de feria, nos afectó en el volumen de visitantes. Pero es algo que escapa a nuestra organización porque la fecha de esta marcha se fijó dos meses antes. Igualmente, siempre hubo gente en los pasillos durante los dos días. Siempre hay opiniones divididas, pero nosotros tenemos un muy buen balance según los número de registro.