Luego de conocerse el ataque y teniendo en cuenta el potencial de éste, Michael Leven, presidente de Sands, optó por cortar todos los servicios en Internet, evitando que el malware se propagara a redes de otros establecimientos de la compañía en Singapur y China.
La publicación explicó que, a pesar de que el ataque se llevó acabo el 10 de febrero, recién ayer se conoció esta noticia. Las posible causa de los ataques fueron declaraciones realizadas por el dueño de la compañía, Sheldon Adelson, durante un evento público.
Según el informe de la revista, los comentarios realizados por Adelson no fueron del todo gratos para Irán y tan sólo unas semanas después, el 8 de enero, los hackers comenzaron a atacar el Sand Bethlehem Resort en Pennsylvania para encontrar los puntos vulnerables de la compañía.
Adelson, de 81 años y con un patrimonio de 27.400 millones de dólares, señaló durante un evento a finales de 2013 que continuar con el programa nuclear de Irán provocaría que un “denso hongo de humo se levantara sobre Teherán”.
Investigadores de Dell SecureWorks, contratados por la empresa, encontraron que el ataque fue dirigido desde Irán.