Uno de los locales clausurados fue el casino “El Capri”, que se encontraba en Sabinas y el otro con el mismo nombre, “La Isla de Capri”, en Ciudad Acuña. La Asociación de Permisionarios de Juegos y Sorteos (APJS) había informado, en el 2012, que de 32 casinos que operaban de forma ilegal en el país, 14 lo hacían en Coahuila.
La clausura se produjo al constatar que los establecimientos no contaban con Plan de Contingencia y capacitación para los empleados; no exhibían costos de servicios y anunciaban promociones vencidas. Además faltaba un estudio de impacto ambiental y una licencia de funcionamiento y uso de suelo.
El 16 de octubre de 2012, el Gobernador Rubén Moreira Valdez firmó los decretos de promulgación de nuevas leyes y reformas y entre ellas estaban la prohibición de la expedición de licencias de construcción y constancias y uso de suelo para casinos.