La derogatoria está expresa en el artículo 113 de la nueva ley. “Derógase la Ley de Policía, emitida mediante Decreto Ejecutivo”, dice el acuerdo del Parlamento. En 1998, la Asamblea trató de derogar la Ley de Policía, pero el entonces presidente de la República, Armando Calderón Sol, devolvió el acuerdo observando que se necesita de una ley que sustituyera a la Ley de Policía.
El jueves pasado, la Asamblea creó ese nuevo marco legal. Sin embargo, la nueva ley no recoge en ningún artículo la prohibición o restricción de juegos de azar y de apuestas ofrecidas en los casinos. Apenas en el artículo 68 de la Ley hay una contravención que pudiera relacionarse. “Comercializar, instalar o hacer funcionar sin el debido permiso, máquinas de juegos electrónicos o de tipo recreativo permitidos por la Ley”, reza el articulado.
Ayer, Antonio Almendáriz, diputado del PCN y miembro de la Comisión de Seguridad (ese equipo redactó el dictamen de la ley), dijo a Diario El Mundo que en la Comisión se reflexionó sobre el hecho de que los casinos iban a quedar sin ley, pero al final se tomó el acuerdo de aprobar la Ley de Contravenciones.
“Ya han estado en el paraíso, la Ley de Policía prohibía los casinos pero no se ha cumplido eso. Se pensaba dejar vigente la Ley de Policía solo por los casinos, pero dado la permisividad en todo el país a los casinos, ¿para qué tener una ley vigente no positiva?”, declaró el diputado pecenista.
Benito Lara, del FMLN, es de la opinión que la derogatoria del marco legal de los casinos no tendrá efectos debido a que la Ley de Policía no se aplicaba. “Era una ley vigente pero utilidad no tiene”, dijo.