Estos operativos, afirman, los realizan con el propósito de que en los negocios de los barrios de Santo Domingo no participen menores en juegos de azar, ya que el uso de estas maquinas de juegos solo le está permitido por ley a los casinos y bancas deportivas debidamente autorizadas.
En el transcurso de estos operativos fueron retenidas armas de fuegos a civiles, policías y militares que portaban en los lugares de diversión que luego fueron analizadas por la Unidad Científica de la Policía, depuradas y remitidas al Ministerio de Interior y Policía y a los diferentes departamentos castrenses.
También fueron ocupadas bocinas que eran utilizadas a altos decibeles en horas de la madrugada, gracias a la denuncias de ciudadanos y líderes comunitarios.
El fiscal titular Acosta aseguró que con estos operativos se pretende la prevención de delitos, alejar a los menores de esta practicas y reducción de la tasa de homicidios de estos establecimientos.