sta movida surgió a raíz de un reporte estatal que criticó al gobierno de Atlantic City y su pasado corrupto.
Los funcionarios han trabajado duro para reinventar la ciudad y posicionarla como mucho más que un paraíso del juego para pasar sólo un día. Los nuevos resorts como El Borgata y actualizadas ofertas de comida y nocturnas se propusieron alinear Atlantic City al estilo Las Vegas.
Sin embargo, los mencionados esfuerzos aún no han podido apaciguar las pérdidas en ingresos que padecen los 11 casinos debido a la recesión y a las nuevas ofertas de juego de Pennsylvania y Delaware.
Esta nueva iniciativa genera controversias. Pero las autoridades señalan que es necesario tomar alguna medida.
Durante una conferencia de prensa, Christie declaró: “La industria tiene que ser capaz de sustentarse a sí misma. No tengo el dinero para solventar sus fallas”.
La falta de seguridad es otra de las preocupaciones, según el informe. Los vecindarios emplazados alrededor de los casino sufren de un alto nivel de crimen y pobreza. Además, se sugiere una revisión a nivel legislativo.