En una nota de prensa, Azajer agrega que el cierre de su centro dejará desamparadas a 300 enfermos y sus familias, que reciben tratamiento en dichas instalaciones.
La asociación recuerda que lleva 21 años de actividad ininterrumpida en el tratamiento de la ludopatía en Aragón y, desde el año 2009, está homologada por el Gobierno aragonés como centro de especialidades para el tratamiento así mismo de alcoholismo y drogadicción.
Un lugar en el que, con Esther Aguado, como presidenta, y José Vicente Marín, como secretario, al frente durante 21 años, trabajan siete profesionales, terapeutas, psicólogas y médicos, que han dado atención a personas adictas al juego y otras patologías.
Desde Azajer afirman que su única labor es ayudar a familias destrozadas por una trágica enfermedad a las que la Administración no presta ningún tipo de asistencia sanitaria específica y cuyo tratamiento delega en este tipo de asociaciones para luego "lavarse las manos y entonar el arrégleselas como puedan" o conceder, previa concurrencia pública con un proyecto, la "brillante" cantidad de 20.000 euros para 2010.
Por ello, denuncian al Departamento de Planificación y Aseguramiento del Departamento aragonés de Salud y Consumo, que "en dos años no ha tenido la deferencia de atender nuestras solicitudes de entrevista, nos ha imposibilitado el poder siquiera intercambiar opiniones y nos ha negado por la vía del silencio la posibilidad de lograr acuerdos que permitieran financiar Azajer".
La asociación atiende a 300 enfermos, a los que realiza controles de orina todas las semanas, dispensa medicación, ofrece sesiones de terapia en grupo, individuales, familiares y de pareja tres días por semana, que en este último año han tenido que reducir a dos días por falta de dinero para pagar a los profesionales, informan.
Asimismo, señalan que otras razones que les llevan a tomar esta determinación son el "sentimiento de poca o nula atención a nuestras demandas y al colectivo al que representamos", así como el "trato desigual y discriminatorio en relación con otras entidades que realizan similar actividad, tanto en la dotación económica como en su forma jurídica.
Por todo ello, reclaman que les sea reconocido su papel como referente en la Comunidad para el tratamiento de la ludopatía y afirman que no quieren migajas y, en caso de proseguir nuestra actividad, quieren "¡Concertación ya!".