Una fuente vinculada a la Comisión Nacional de Loterías (Conalot) explicó al periódico “Correo del Carona” que varios factores han retrasado el proceso de legalización y registro de los centros de apuestas.
Inicialmente, para concretar la legalización de la agencia y la adquisición de las máquinas fiscales se requiere el registro ante la Conalot, para lo cual cada centro de apuestas debe acudir personalmente al organismo -o a través de su comercializador- con una serie de recaudos, esperar el acta de recepción de documentos, así como la verificación del listado para corroborar la entrega de todos los requerimientos.
“Algunos comercializadores entregaron varias carpetas de centros de apuestas y se fueron. Entonces no esperaron la verificación de los documentos, y en esos casos falta algún recaudo”.
En algunos casos, las agencias no entregaron el depósito bancario original requerido por la Conalot para el registro, razón por la cual la Comisión emitió un comunicado a través de su página web, en el que exhorta a quienes se encuentran en proceso de registro, a asegurarse de haber entregado el depósito original al momento de consignar los expedientes en la Oficina Única de Recepción de Documentos, “debido a que existen algunas solicitudes que no poseen el voucher original, y por lo tanto no han sido autorizadas por la Conalot”.
“Si aún conservas el depósito bancario original, requisito obligatorio para tramitar la solicitud de manera efectiva, dirígete a la Oficina Única de Recepción de Documentos, ubicada en la Avenida Casanova con calle Negrín, Edificio Santiago de León, piso 4, Oficina N° 42, Sabana Grande, Caracas, o comunícate con tu comercializador, para así evitar retrasos en la aprobación de tu solicitud”, indica el organismo.
Otro aspecto que ha retrasado la apertura de los centros de apuestas es la limitada disponibilidad económica para adquirir las máquinas fiscales de apuestas. La fuente señaló que también se ha dado el caso de empresas que no han podido adquirir estos equipos, pero esta parte corresponde al Seniat que fue el encargado de seleccionar a los proveedores autorizados.