Tan crítica es la situación de las loterías regionales, que éstas venden menos del 10% de las emisiones de billetes que sacan a la calle para sus sorteos semanales.
Según el último estudio de la Superintendencia de Salud, la lotería más desafortunada es la de Caquetá, ya que apenas vende el 0,82% de los billetes que emite. La de mayores ventas es la Lotería de la Cruz Roja (8,85%). La del Valle coloca apenas el 4,70% de sus billetes entre el público apostador.
Es por eso que de 27 loterías que había en el mercado nacional hace una década, siete están en proceso de liquidación y tres ya no están jugando. En actividad sólo figuran las loterías del Huila, Atlántico, Edecesar (Cesar), Sorteo Extraordinario de Colombia, Jusacaq (Caquetá), Boyacá, Medellín, Bogotá, Santander, Valle, Cruz Roja, Cundinamarca, Cauca, Tolima, Manizales, Risaralda, Meta y Quindío.
El descenso en las ventas ha repercutido seriamente en el debilitamiento financiero de estas entidades. Por ello, catorce loterías no han podido desembolsar los recursos para la salud, de conformidad con lo estipulado por el régimen de las loterías (Ley 643).
Están en la lista de morosas con esta obligación las loterías El Libertador, Chocó, la Nueve Millonaria, Atlántico, Bolívar, Sorteo Extraordinario Nacional (de Navidad), Córdoba, Caquetá, Cesar, Huila, Nariño, Cúcuta, Sucre y La Guajira. Sus transferencias pendientes a la salud superan a la fecha los $70.000 millones (más de U$S 37 millones).
Todas estas razones llevaron a que el Gobierno Nacional busque herramientas para sacar de esta difícil situación a las loterías. El proyecto de ley que modificaría el régimen de las loterías está listo y será discutido durante un foro en el Congreso.