ntre noviembre de 2004 y mediados de 2005, según Petersen, se recolectaron en la vía pública, 57.038 firmas reclamando el proyecto de ordenanza para reducir el juego. Sin embargo, a pesar de que las adhesiones superaron el número exigido por la ley (20 por ciento de los sufragios emitidos en la última elección, en este caso 44.426 firmas) el proyecto de ordenanza nunca fue tratado en el Concejo Deliberante.
“Se valieron de un artilugio para no tratar nuestro pedido. Apareció un perito que nadie llamó y en un oscuro informe dijo que 38 firmas podían corresponder a un mismo puño caligráfico. Esa fue la excusa que justificó que se remitieran las firmas a la justicia penal suspendiéndose de facto el procedimiento legal”, afirmó Petersen. “Transcurridos más de un año y medio el expediente penal no avanzó en nada y duerme con tranquilidad en la Fiscalía de la VIIIª Nominación tras haber paseado por la Fiscalía de la IVª Nominación”, agregó.