Los diputados Pablo Lorenzini y Germán Becker, los grandes críticos de la actuación de la Superintendencia de Casino de Juegos (SCJ), calificaron de “impresentable” lo que pasó con la votación, y acusaron presiones y lobby por parte del Gobierno y de las empresas que ya tenían casinos adjudicados.
De hecho, trascendió que en los días previos, funcionarios de las Segpres y de la subsecretaría de Hacienda realizaron un insistente lobby entre los diputados de la Concertación.
Llamó la atención que la mayor parte de los diputados colorines (con la excepción de la diputada Carolina Goic y el diputado Pedro Araya) no hayan votado, aún cuando estaban en la sala.