ue en junio de 1957 cuando un joven Paul Gauselmann comenzó a operar sus primeras máquinas. Desde entonces, ha construido un imperio relacionado con la fabricación, distribución y operación de juegos, y generó un negocio con una facturación que el año pasado sobrepasó la marca de mil millones de euros, por el cual recibió premios tanto del gobierno federal de Alemania como de las autoridades locales por su trabajo dentro de la comunidad.
Su grupo emplea a 5.500 personas en todo el mundo. Gauselmann lideró el negocio durante algunos de los momentos más inestables de la historia de Alemania, hasta lograr el éxito con una nueva regulación de juego que entró en vigencia el año pasado, con la intención de convertir a Alemania en la nación europea líder dentro del negocio de las AWP.