“Es precisamente esa la posición del gobierno federal sobre ese asunto”, dijo de forma enfática. La MP, editada luego del escándalo Waldomiro Diniz, que prohibía los bingos y tragamonedas en Brasil, fue aprobada en la Cámara, pero derrumbada en el Senado, en mayo de 2004.
Genro también comentó la declaración de la ministra-jefe de la Casa de Gobierno, Dilma Rousseff, que el pasado lunes llegó a hablar de la formación de un “modelo institucional” para los juegos de azar en el país con la profundización de las investigaciones sobre el esquema de ventas de sentencias judiciales para favorecer empresarios de juego.
“Evidentemente el gobierno discute todas las cuestiones, elabora y abre diálogo sobre eso, pero la visión del gobierno está sintetizada en la legislación federal vigente sobre ese asunto”, dijo.
El ministro, que participo a la noche de la apertura del I Encuentro Anual del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, en Belo Horizonte, observó que el gobierno espera del Supremo Tribunal Federal (STF) una oposición definitiva sobre el tema.
“¿Qué ocurrió ahora? Hasta ahora no hay una posición firmada del Supremo, por lo menos absolutamente firmada, que sería por la suma vinculante, que diga que las legislaciones estatales no tienen autonomía para tratar esas cuestiones. Como consecuencia, el gobierno federal se escuda en la legislación federal, evidentemente, y los jueces estatales entienden aplicar la legislación estatal, ahí genera esos conflictos de abrir y cerrar las salas”.