El 31 de diciembre, uno de los días más rentables de los casinos, los sindicatos mostraban su satisfacción por el seguimiento del paro laboral por parte del personal, mientras que las empresas restaban importancia al impacto.
El Sindicato de los Casinos había informado a comienzos de la velada de que menos de cuatro de los 190 casinos podrían cerrar del todo o en parte a causa de la huelga, a la que estaban llamados los 17.000 empleados del sector.
Por su parte, un dirigente sindical indicaba que al menos cinco de los principales establecimientos estaban cerrados y que las operaciones estaban alteradas en más de otros 20.