dgar Barrientos Hernández, superintendente tributario, indicó que fueron cerrados dos casinos en la parroquia Candelaria, los cuales no ajustaban su actividad a lo que contempla la licencia emitida por la División de Industria y Comercio.
"Estos son contribuyentes que solicitan un permiso para operar un local recreativo, con un número determinado de máquinas traganíquel clasificadas Tipo B, luego van incorporando máquinas Tipo C, bingos, ruletas, convirtiendo el establecimiento en un casino, sin los permisos reglamentarios", indicó el funcionario.
Barrientos dijo que "cuando un contribuyente inicie actividad comercial relacionada con juegos de envite y azar sin la debida autorización será sancionado con multa de 200 unidades tributarias por cada máquina traganíquel y el cierre temporal del establecimiento hasta que obtenga la autorización respectiva".
Agregó que, "igualmente, estamos siendo muy rígidos con los expendios de bebidas alcohólicas ya que esto forma parte de una política de lucha contra todo lo ilegal".