Por esta razón, ya ha ingresado un proyecto que prevé que se llame a licitación nacional e internacional para administrar la actividad turfística, lo que marcha a contrapelo de la idea oficial, que es impulsada por el concejal del radicalismo Jorge Boasso, quien está convencido de que “no es función del municipio administrar y explotar el hipódromo”.
A su entender, al ocuparse de la actividad turfística la Municipalidad “estaría quitándole recursos a áreas más trascendentes e indelegables, como el transporte, la salud, el mantenimiento de la infraestructura urbana y la asistencia social”.
Si bien remarcó que “el turf requiere apoyo por parte del Estado, como sucede en la mayoría de los países”, destacó que “son los privados y profesionales del hipismo los que deben explotar y administrar esa actividad”.
En el proyecto, el edil subrayó que mientras se desarrolle el proceso licitatorio y con el objetivo de dar continuidad a la actividad, se deberá crear un comité administrador para que se haga cargo transitoriamente del predio, hasta tanto se otorgue la concesión.
También se destaca que antes de realizar la adjudicación, el municipio deberá consultar al Concejo a fin de que éste se expida sobre la conveniencia de las ofertas privadas y la consecuente alternativa de crear una sociedad de economía mixta, con integración de capital por parte de la Municipalidad y privados.
En el proyecto también se remarcó que Argentina es protagonista en el mundo, ya que es el quinto productor mundial de caballos de carrera y el turf trae inversiones internacionales, especialmente de España, Brasil y Estados Unidos.