El pasado 13 de octubre, la compañía cerró sus operaciones con dinero real en Estados Unidos tras la aprobación de una propuesta de ley por la cual se ilegalizan en ese país las apuestas online. El pasado 2 de octubre, cuando se hizo pública la noticia, las principales compañías del sector se desplomaron en bolsa, como es el caso de PartyGaming, que cedió cerca de un 50% en sólo una sesión.
La firma presentó sus cuentas del tercer trimestre, durante el que aumentó los ingresos un 58%, hasta 337,2 millones de dólares. El negocio fuera de Estados Unidos facturó 92 millones de dólares, un 158% más.
Mitch Garber, consejero delegado de la compañía, destacó que “el impacto de los cambios en la legislación estadounidense ha cambiado de manera sustancial el negocio”. Pero se mostró satisfecho por el funcionamiento de PartyGaming fuera de los Estados Unidos, a pesar de que el mercado norteamericano ha sido siempre la división más rentable del grupo.
En cualquier caso, Garber se mostró optimista sobre el futuro de la compañía, asegurando que “PartyGaming es un negocio sumamente dinámico, que ha demostrado una y otra vez su capacidad de adaptarse a nuevos desafíos y nuevos entornos”.