“Estoy gratamente sorprendido, porque a pesar del no provenir del sector de juego, estoy encontrándome con magníficos profesionales. Espero que mi aportación al mismo ayude tanto a mi empresa como a objetivos comunes del sector”, aseguró el ejecutivo.
“Creo que he entrado en un casino dos o tres veces en mi vida, y una sola vez en un bingo. Yo mismo me sorprendí cuando fui contactado para este puesto, pero en el perfil buscado no pesaba tanto el conocimiento técnico, puesto que el grupo ya cuenta con él, como la aportación de experiencias profesionales a una empresa que tiene una dimensión significativa y en continuo desarrollo”, agregó López Cerrón.
“El hecho de no estar en igualdad de condiciones con el sector público, hace que el sector de juego no pueda disfrutar de sus mismas oportunidades. Una publicidad más activa, tal y como lo hace el sector público, ayudaría a superar los tabúes del juego y mejorar la imagen. Se crea por tanto un doble concepto de juego, que provoca una valoración distinta por parte de la sociedad. El otro gran problema es la posible disminución a futuro de los márgenes de rentabilidad, si no hay un ajuste de los impuestos y las tasas, dado que no podemos repercutir el efecto inflacionario sobre la cifra de negocios”.