Los intendentes de las ciudades cordobesas de Oncativo, Osvaldo Botero; de Bell Ville, Nelson Ipérico; y de Leones, Dante Rosano rechazaron la instalación de máquinas tragamonedas en sus ciudades porque a su criterio, “la eventual instalación de las slots perjudicaría a sus municipios y le quitarían dinero a los que menos tienen”.
Botero consideró que las tragamonedas en lugares turísticos son un proyecto alentador, pero dejó en claro que no está de acuerdo de instalarlas en ciudades con actividades rurales e industriales. “Este tipo de alternativas que están evidentemente relacionadas con el juego, no beneficia a la gente, además, aquel que tiene posibilidades económicas para jugar, tiene a pocos kilómetros, a una hora de viaje, la posibilidad de hacerlo en casinos tanto de Embalse, como el de Villa Carlos Paz o en la misma Alta Gracia, o en Villa María”, indicó.
“En Bell Ville existe una ordenanza que ya va a cumplir 20 años, en la que se prohíben todos los juegos electrónicos. Y esa ordenanza fue prácticamente ratificada en un 90 por ciento la semana pasada cuando se presentó un proyecto de reforma”, explicó Nelson Ibérico y agregó: “Los juegos electrónicos tipo tragamonedas y todo lo que sea juego de azar, prácticamente no se permite y fue una decisión de las instituciones, del pueblo de Bell Ville”
Semanas atrás, el Gobierno autorizó la instalación de otras 1.200 tragamonedas en la provincia -con las que se elevará a tres mil el total de esas máquinas- a través de un proyecto que fue aprobado en la Legislatura. Otros intendentes, sin embargo, ven en las tragamonedas una fuente de ingresos extra que representa entre el dos y el 15,5 por ciento de lo que reciben como coparticipación de la Provincia.