Carballeda acudió a Logroño para reunirse con el presidente riojano, Pedro Sanz, dentro de los encuentros periódicos que está manteniendo con los mandatarios regionales de toda España, tras su elección en el año 2003. Destacó que, en su caso, es la primera vez que acude a reunirse de forma oficial con el Gobierno de La Rioja, con el que aseguró tener una muy buena relación. Recordó además que en septiembre no pudo acercarse a Logroño para entregar al presidente y al Gobierno el premio que le concedió la ONCE.
Carballeda detalló que “la magnífica relación con el Ejecutivo riojano y la sensibilidad de su presidente con el mundo de la discapacidad se refleja en actuaciones”, como la próxima renovación del convenio sobre educación con la Consejería. Este acuerdo se centra en la atención a 38 niños en la enseñanza normalizada. “Antes, un 95% de los niños ciegos o con deficiencias visuales iban a nuestros centros especiales. Ahora van a la enseñanza integrada, sin dejar a sus familias, barrios o su entorno habitual”, explicó.
Este tipo de convenios, según dijo, se tienen con todas las comunidades españolas “y se extienden, además de al ámbito puramente escolar, a otros para abarcar desde la atención temprana hasta la formación de adultos”. En este momento, la ONCE cuenta en España con 93.000 trabajadores y 65.000 afiliados -en La Rioja, con 509 afiliados y 130 trabajadores, la mitad de ellos deficientes visuales y el resto con otras discapacidades-. “Son muchas familias las que dependen de la Organización, y lo que pretendemos es darles un trabajo digno”, afirmó.
Por ello, Carballeda hizo hincapié en la necesidad de “contar con herramientas que nos permitan seguir siendo competitivos a nivel de calle, para poder competir con nuestro principal opositor, que es precisamente el Estado, con la Organización Nacional de Loterías” y reclamó que “se cumpla el acuerdo para darnos estas herramientas que se firmó en febrero del año pasado”. Por último, el presidente de la ONCE destacó el trabajo realizado por la Organización en la comunidad “que es maravilloso”.
“Hay que reconocer públicamente el esfuerzo diario que hace nuestra gente en esta comunidad, especialmente los vendedores, que están en la calle y que tienen un trabajo difícil por la climatología”, concluyó.