La Junta Hípica de Puerto Rico estima que, una vez que finalice el período pautado, el administrador hípico habrá completado su investigación y estará en la posición de considerar todas las alternativas, a la luz de las circunstancias que se presenten.
Dicha organización fue enfática en que el requisito de solvencia económica y la debida fiscalización del Estado para asegurar que los ingresos de El Comandante lleguen a su destino, son partes inherentes de la licencia y una de las responsabilidades que nunca van a abdicar.
Se añadió que este requisito incluye el fiel cumplimiento del plan de reorganización que habrá de ser aprobado por el Tribunal de Quiebras y que deberá contar con la aprobación de la JH. Asimismo, se incluirá un plan final para el pago a los bonistas, que debe ser negociado de buena fe y con miras a los intereses de la industria hípica.
El incumplimiento de cualquiera de los requisitos y condiciones expuestas en la resolución, así como aquellos que forman parte de la licencia expedida hasta el 14 de diciembre de 2004 (fecha en que venció la licencia para operar el HEC), y los contenidos en la Resolución del 9 de diciembre de 2004, serán causa para la cancelación inmediata de la licencia.
La extensión de esta licencia responde a que, hasta la fecha, la JH aún no está en posición de expedir una licencia a favor de Codere, si es que eventualmente ésta cumpliera con los requisitos de licencia a satisfacción del cuerpo, ya que la investigación que se tramita por conducto de la Oficina del Administrador Hípico (OAH) se encuentra en su etapa inicial.
En igual sentido, tampoco la JH está en posición de expedir una licencia al grupo de Camarero, La Esmeralda, ni de ningún otro grupo solicitante de la licencia para operar el HEC, ya que ninguna de estas entidades han sido investigadas por la OAH.