Para prevenir las apuestas compulsivas, Holanda tiene un complejo sistema de licencias que contiene un sinfín de restricciones y requisitos. El número de juegos está limitado y un porcentaje de las ganancias tiene que ser derivado a fondos holandeses de caridad.
Hace aproximadamente un año y medio, Ladbrokes, la división británica de juegos de apuestas del Grupo Hilton, refutó la imposición de dos tribunales menores holandeses, donde se reclamaba que los juegos ofrecidos vía Internet por la empresa debían calificarse como extranjeros porque Ladbrokes se encuentra y organiza los mismos desde Gran Bretaña. Ladbrokes respondió diciendo que las leyes holandesas representan una infracción del movimiento libre de servicios dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, la Audiencia y el Tribunal Supremo no concordaron con esa apreciación y Ladbrokes ahora tiene que negar el acceso a jugadores con una dirección IP holandesa (la dirección que cada usuario de Internet adquiere cada vez que se conecta a la red).
De Lotto, el adversario principal de Ladbrokes, que opera bajo una licencia, cree que la resolución es un golpe fatal a la provisión ilegal de sitios de apuestas en Holanda.