Ninguno de los responsables del hipódromo de La Zarzuela confía ya en inaugurar, como estaba previsto, en el mes de abril del año entrante. Han perdido la esperanza porque el permiso que debía haber llegado hace meses sigue parado, y por el momento no parece que la licencia para actuar sobre la tribuna protegida de Torroja vaya a llegar de forma inmediata.
Todo indica que lo más probable es que se espere a la temporada de otoño del 2005, o con suerte a las carreras nocturnas del verano. Ahora los responsables del proyecto sólo piensan en relanzar las carreras, y han dejado en un segundo plano el campo de golf previsto o las zonas de restauración.
La tribuna central del hipódromo de La Zarzuela está considerada un Bien de Interés Cultural (BIC) y, como tal, goza de un alto grado de protección. Las marquesinas que la cubren fueron proyectadas por el ingeniero Eduardo Torroja antes de la guerra civil y supusieron un avance importante en arquitectura. Reformar la tribuna, como pretenden los responsables del hipódromo de La Zarzuela, está siendo casi tan difícil como rehabilitar la Catedral de Burgos, porque necesitan el visto bueno de hasta cuatro organismos diferentes -Ayuntamiento, Comunidad, Patrimonio y CIPAM-.
Esta licencia de obras, que no llega, está retrasando todo el proyecto de recuperación y relanzamiento del hipódromo, y ha hecho que sus responsables -con la SEPI a la cabeza- hayan desistido de inaugurar, tal y como querían, el próximo 3 de abril.
Dicen que sólo "un milagro" podría hacer que las carreras comenzaran en la que es una de las temporadas 'grandes' de la hípica en Madrid, la de primavera, así que lo más probable es que todo tenga que esperar hasta la siguiente temporada, la de otoño, que comenzaría en septiembre. Con suerte, se podrían celebrar las típicas carreras nocturnas del verano, aunque desde el hipódromo reconocen que éstas son de menor calidad. Mientras este permiso llega, se ha comenzado a hacer obras en las pistas de hierba y arena, y han actuado sobre el sistema de drenaje de las mismas.
Todo necesita su tiempo. Así, la pista de hierba precisa un año de asentamiento para poder acoger carreras de caballos, y además calculan que una vez tengan concedida la ansiada licencia para la tribuna de Eduardo Torroja, los trabajos tardarían entre seis y nueve meses. Dado el retraso con el que va ya, los gestores del recinto han decidido centrarse, únicamente, en lo imprescindible, es decir, en las carreras de caballos y en las apuestas hípicas. Todo lo demás -el campo de golf, la zona de restauración, tiendas- se ha pospuesto, y en el caso del campo de golf, por ejemplo, está "prácticamente descartado", dicen fuentes de la empresa. Cuarenta millones de euros harán posible que en La Zarzuela corran, por fin, los caballos.