Clima de tensión por el tratamiento de la Ley del Turf bonaerense

La reunión de ayer en la comisión de presupuesto e impuesto del senado bonaerense, donde se comenzó a tratar el proyecto de ley provincial del turf, terminó abruptamente para cuatro de los gremios vinculados con la industria, que decidieron abandonar el encuentro tras interpretar que "los legisladores no tienen ni la menor idea de qué se trata el proyecto", según Eduardo Ferro, representante del sector de los jockeys y cuidadores. "No hay una decisión de sancionar la ley. El camino del diálogo se rompió y ahora empieza el tiempo de reclamar por otros medios", agregó el sindicalista.

La norma que establecería nuevas pautas para ordenar las carreras de caballos en la provincia, y que autorizaría la instalación de tragamonedas en los hipódromos, se encuentra en esa comisión del Senado, la que preside el justicialista Patricio García. El legislador señaló que "sería irresponsable poner un plazo para decir cuándo sale la ley. Lo importante es que se reconoce que el turf tiene problemas financieros y deja abierta la posibilidad de instrumentar mecanismos para que salga de su crisis. Pero además, el proyecto reconoce a la hípica desde la cría del caballo y atiende su problemática".

A la reunión asistieron gremios y entidades del turf, además de los representantes de San Isidro y La Plata, pero el sector de los profesionales, empleados y vareadores del Norte no aguardaron hasta el final. A pesar de que recogió la misma impresión que los sindicalistas, Pablo Piffaretti, el presidente de la comisión de carreras de San Isidro, por una cuestión de cortesía se quedó hasta lo último de la sesión.

"Entiendo que en la provincia hayan temas más urgentes por resolver, pero me pareció que los senadores no tenían una noción acabada de lo que es el turf ni habían estudiado en profundidad el proyecto. Ya lo dijo el presidente del Jockey Club, Bruno Quintana, cuando señaló que la política tiene un tiempo y la hípica otro. Y el nuestro se está agotando".