esde hace meses, las distintas asociaciones mantenían abierta una lucha entre ellas para defender sus propios intereses ante la futura aprobación del Reglamento de Juego de Bingo de la Comunidad de Madrid. “En la práctica, este acuerdo trae la paz al sector y agiliza los trámites para la aprobación del nuevo reglamento”, afirma Edmundo Ahijón, director general de Ordenación y Gestión del Juego de la Comunidad de Madrid.
Aseju, Omega, Aeam y Asmebi coinciden en proponer a la Administración el mantenimiento del horario de doce horas (en su momento varias asociaciones propusieron rebajarlo a diez horas), y el establecimiento de una serie de limitaciones para la apertura de nuevos locales. Además, según Ahijón, “se ha acordado facilitar la introducción de nuevas redes de distribución de juego -como el Simultáneo que permite jugar al bingo a través de una red informática desde varias salas a la vez- para atraer a más gente a este tipo de establecimientos”.
El sector del bingo se encuentra en una situación económica delicada desde hace años. La caída del número de clientes, la mayoría de una edad avanzada, la fuerte carga fiscal que hay sobre esta actividad y la imposibilidad de ofrecer nuevos juegos de azar han obligado a más de 400 salas a cerrar en la última década en España. En 2002, el sector del bingo ingresó 3000 millones de euros, de los que el 25% fueron a parar a Hacienda.