Los sitios ilegales ya dominan el 55% del mercado de apuestas en línea en Brasil, incluso después de la entrada en vigor de la regulación del sector en enero de 2025. Una encuesta de VEJA Negócios, publicada en BNLData, muestra que, a pesar del alto costo que supone operar legalmente, que puede superar los BRL 100 millones de (más de USD 18 millones) entre licencias, garantías, estructura y medidas de protección al jugador, el mercado clandestino sigue creciendo y presionando a las plataformas autorizadas.
La comparación internacional ayuda a dimensionar la magnitud del desafío brasileño. Según un estudio citado por VEJA Negócios, Brasil tiene hoy el 55 % del mercado de apuestas en línea en manos de operadores ilegales, un porcentaje inferior al observado en países como Estados Unidos (74%), Argentina (92%) y la media mundial (69%), pero muy lejos de los mercados más maduros.

En el Reino Unido, referente en materia de regulación, solo el 9% de las apuestas se realizan fuera del ámbito legal, mientras que en Filipinas, tras una serie de acciones coordinadas para combatirlas, el mercado ilegal se ha reducido al 46%.
Los datos indican que el avance de la regulación, por sí solo, no es suficiente y que unos resultados más consistentes dependen de una supervisión continua, de la inteligencia y del bloqueo efectivo de los medios de pago.
Hoy en día, en Brasil, 97 empresas con licencia, responsables de 167 marcas, compiten en un mercado que movió más de BRL 35 mil millones (unos 6.315 millones) en ingresos brutos solo en el primer semestre de 2025. Aun así, la ventaja inicial del sector regulado se revirtió rápidamente. Después de alcanzar una participación del 55% entre enero y marzo, las apuestas legales retrocedieron al 45% en el segundo trimestre, mientras que los operadores ilegales se adaptaron a las nuevas reglas.
"La regulación se hizo muy bien y las apuestas legales dominaron el mercado muy rápidamente", afirmó André Gelfi, presidente del Instituto Brasileño de Juego Responsable. "Pero las ilegales se adaptaron a la misma velocidad y están creciendo sin una lucha realmente eficaz".
Sin pagar impuestos ni cumplir con los requisitos reglamentarios, los sitios clandestinos ofrecen cuotas más altas, bonificaciones prohibidas y acceso facilitado, ignorando mecanismos como la verificación de la edad, la identificación facial y los controles contra el lavado de dinero. Además, producen alrededor de 22 mil contenidos promocionales al día, dirigidos principalmente a los jóvenes, utilizando influencers y aplicaciones de mensajería encriptada.
Los riesgos recaen directamente sobre el apostador: los menores de edad apuestan libremente, los jugadores compulsivos no encuentran barreras y hay casos frecuentes de impago de premios. Una investigación del Instituto Locomotiva indica que el 61% de los apostadores brasileños ya han utilizado plataformas ilegales, mientras que el 72% dice no poder diferenciar los sitios legales de los clandestinos.
Actualmente, se han identificado 2316 operadores ilegales en el país, frente a solo 167 con licencia, una proporción de casi 14 a 1. "Todas las acusaciones que se hacen sobre las apuestas —que no pagan impuestos, engañan a los apostantes, explotan la ludopatía— solo ocurren en el mercado ilegal", afirma Guilherme Figueiredo, director comercial de Betano. "Pero la mala reputación se extiende a toda la industria".
La lucha contra el mercado ilegal sigue enfrentando limitaciones estructurales. La Secretaría de Premios y Apuestas (SPA) del Ministerio de Hacienda cuenta con un equipo reducido y actúa principalmente mediante el bloqueo de sitios web a través de Anatel, una medida considerada insuficiente, ya que rápidamente surgen nuevos dominios. La estrategia más eficaz, según los expertos, pasa por interrumpir los medios de pago, especialmente a través de Pix.
"Es natural que los organismos reguladores pasen por una curva de aprendizaje para combatir a las organizaciones criminales que llevan mucho tiempo haciendo esto, pero necesitamos acelerar e intensificar este movimiento porque el daño a la sociedad es cada vez mayor", afirma Plínio Lemos Jorge, presidente de la Asociación Nacional de Juegos y Loterías (ANJL).
Inspirándose en modelos internacionales, como el de Filipinas, que redujo el mercado ilegal del 93% al 46% con acciones integradas, Brasil apuesta ahora por la inteligencia y la tecnología.
La ANJL ha desarrollado, en colaboración con EtherCity, un software capaz de rastrear apuestas ilegales e identificar cuentas utilizadas para recibir apuestas, lo que permite bloqueos coordinados con el Banco Central. La herramienta debería entrar en funcionamiento a gran escala en el primer trimestre de 2026.