Uno de los impuestos que plantea el gobierno de Samuel García es de 300 UMAs por cada máquina de juego que opera en las salas. Por ello, León Guillermo Martínez, vocero de los empresarios de casinos, indicó que buscarán sensibilizar a los diputados ante esta iniciativa.
De esta forma, los integrantes del Consejo Regional de Industriales del Juego (CRIJU) presentarán una contrapropuesta al Congreso, para revertir la iniciativa estatal de aumentar del 10% al 15% el impuesto a lois jugadores, así como gravar cada máquina de los casinos.
Durante una reunión celebrada el martes, Martínez destacó que los empresarios están de acuerdo con el impuesto, pero no así con el 15% de gravamen porque afectará seriamente el negocio.
También especificaron que gravar con 300 UMAs cada máquina de juego no el correcto si la unidad no está funcionando, porque no estará produciendo ganancias para la casa de apuestas.
“El impuesto (del 15%) no es para las salas de juego, es para el cliente de las salas de juego. Es decir que si el cliente llega con 100 pesos a la ventanilla, la empresa se quedaría con 15 para reportarlo como impuesto al Estado”, explicó. Entonces, añadió, hoy de tus 100 pesos te dejan jugar con 90, sí pasa la iniciativa jugarías sólo con 85. “Luego si te va bien, pues tienes que reportar cuánto ganaste. Vamos a suponer que ganaste 50 pesos, de esos 50 pesos hay un 6 por ciento de impuesto adicional del Estado que tiene que pagar por haber ganado ese dinero”, explicó.
Expuso que la otra parte de la iniciativa va en términos de cuántas máquinas de juego tiene la casa de apuestas encendidas. “Se está debatiendo porque la máquina puede estar prendida, pero no necesariamente se está usando, y lo que se está exponiendo es que se debe pagar el impuesto sobre máquinas que se estén usando”, compartió.
Aclaró que una máquina encendida está ahí como una oferta más, “pero no puedes gravar algo que no se está usando”.
El Consejo Regional de Industriales del Juego buscará entregar un documento detallado de los riesgos no sólo económicos, sino de centros de apuestas clandestinos para evadir impuestos. “Porque en el riesgo del clandestinaje están los menores de edad, fuera de la ley están las condiciones de inseguridad y se evaden los impuestos y también las regulaciones sanitarias”, señaló Martínez. Los empresarios consideran, a decir del vocero, que el aumento del impuesto no necesariamente incrementará la recaudación.
El CRIJU está integrado por siete marcas de casas de apuestas. En los próximos días, en los casinos se colocará información de la iniciativa del gobierno de Samuel García que se debatirá en el Congreso estatal.