Ni la segunda ola de COVID-19 ni la posible detención por actividades ilegales parecieron asustar a las 21 personas que se acercaron a jugar al póquer de forma ilegal y sin protocolos sanitarios, las cuales fueron detenidas la semana pasada en la calle Mariano Acha al 1800, del barrio porteño de Villa Urquiza. Además, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a seis organizadores, entre los que se encuentra el propietario de la casa de arriba del lugar.
Lo más llamativo de toda la redada que dispuso la jueza del Juzgado 24 María Alejandra Doti, tras el pedido de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas 8 a cargo del Dr. Maximiliano Vence, fue el origen. La denuncia al 911 la realizó un jugador que venía de perder todo su dinero en el lugar.
Adentro del establecimiento clandestino había 27 personas, de las cuales 21 estaban jugando en dos de las cuatro mesas de póquer que había disponibles y estaban atendidas por tres croupiers. Además contaba con barra de bebidas alcohólicas con un mozo y un parrillero, y alimentos para los participantes.
En el allanamiento estuvieron presentes, además de la policía local, miembros del Centro de Investigaciones Judiciales (CIJ) e inspectores de la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (LOTBA), quienes incautaron 21 mazos de naipes, contadores y más de 2 mil fichas. Lo más sorprendente además del posnet con el que contaban, es que tenían un cuaderno donde estaban registrados encuentros previos que habían organizado ilegalmente y en el medio de la pandemia. Al menos una docena, afirmaron.