La decisión se implementó el lunes, cuando los hoteles enviaron comunicados a sus clientes. La acción gubernamental trajo alivio aunque también miedo, ya que los operadores de casinos perderán su mayor ingreso económico, en una ciudad que ya ha tenido otros cuatro cierres totales en los últimos 35 años, con los consecuentes problemas económicos que ello acarrea.
En esta ocasión, el cierre ocurrió tras la orden del gobernador Phil Murphy, que definió la reducción de operaciones en bares, restaurantes y otros espacios de reunión. Es la quinta vez que los casinos cierran sus puertas, siendo la primera en 1985 por el huracán Gloria y la más reciente en 2012, por el huracán Sandy.
Desde entonces, los hoteles han enfrentado problemas para sobrevivir, incluso el hotel Taj Mahal, que fuese propiedad del presidente Donald Trump, se declaró en quiebra y fue comprado por el consorcio del Hard Rock Cafe. MGM Resorts informó en consonancia el cierre del Borgata en Atlantic City.
También ElDorado Resorts anunció el cierre del Tropicana, al señalar que la prioridad es la seguridad de su personal y de sus clientes. Y a ellos se sumó el Hard Rock Cafe, con el cierre de sus instalaciones ante la orden del gobernador.