El sector de apuestas en juegos de azar de Panamá extendió a cuatro meses su tendencia negativa y se encamina a otro año de pérdidas. Entre enero y agosto, la Junta de Control de Juegos registró apuestas por 1.470,9 millones de dólares, una disminución de 36 millones en comparación con el mismo período del año anterior. De los ocho meses medidos por la entidad, cinco terminaron en números rojos.
Operadores de juegos de azar enfatizan que el mal momento que existe en el sector comenzó en 2015, cuando el Gobierno creó el impuesto de 5,5% para financiar el incremento a los jubilados y pensionados. Afirman que el jugador tiene que pagar el impuesto más allá de que gane o pierda, situación que afectó la llegada de apostadores internacionales.
La mayor caída se registró en las mesas de juego que sólo están en casinos completos que operan en hoteles con más de 300 habitaciones. Entre enero y agosto se apostaron 88,9 millones de dólares en las mesas de juego, una merma de 27,9%, mientras que en las máquinas tragamonedas tipo A la caída fue de 3,6%, según informa el diario local La Prensa.
En los primeros ocho meses del año se apostaron 1.312 millones de dólares en tragamonedas tipo A, que son los equipos que permiten múltiples apuestas en una sola jugada. Del total apostado entre enero y agosto, 1.199 millones de dólares se pagaron en premios.
Los datos se conocen mientras el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, debe decidir si ratifica o veta el proyecto 621 aprobado el mes pasado por la Asamblea Nacional, que impone un impuesto del 5% de las ganancias netas anuales de las máquinas tragamonedas y centros de apuestas en casinos y salas de juego de todo el país, para financiar una parte del incremento a jubilaciones y pensiones.