Las máquinas de juego fueron desconectadas por los agentes de SMDE. Según la municipalidad, Winfil puede apelar la decisión. En diciembre del año pasado, unas 100 tragamonedas fueron incautadas por la Policía en el lugar. Otras sólo no fueron retiradas porque estaban apagadas.
El abogado de Winfil, Laerte Gschwenter, solicitó ante la Justicia una medida cautelar con el argumento de que la empresa está siendo víctima de una persecución de parte de las autoridades, que están distorsionando los hechos con el propósito de descalificar el emprendimiento. "No desarrolla una actividad ilícita. Todos los equipos y productos poseen facturas, origen lícito y pericia técnica, para ejercer una actividad definida como entretenimiento y diversión", explicó.