Desde el 1 de julio, la Ciudad de Buenos Aires tendrá plena competencia en materia de regulación y control de los juegos de azar, como así también el derecho a percibir lo producido en su jurisdicción. De esta forma, asumirá el control y la fiscalización del Casino Flotante de Puerto Madero, del Hipódromo de Palermo y de las 1.270 agencias que existen actualmente.
Cuando el gobierno porteño comience a administrar el negocio del juego, se estima que recaudará un piso de 2.000 millones de pesos anuales (más de 123.000.000 dólares). De ese total, el 70% deberá ser destinado a políticas de vivienda y el 30% restante, al funcionamiento de la recientemente creada Lotería de la Ciudad.