La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley la reforma del Impuesto a las Ganancias, que incluye una serie de modificaciones a los impuestos que deberán pagar los juegos de azar. La iniciativa, acordada entre el gobierno, la Confederación General del Trabajo (CGT) y los mandatarios provinciales fue sancionada por 167 votos aportados por diputados de Cambiemos, el Frente Renovador, Progresistas, el bloque Justicialista, Movimiento Evita, el Frente Cívico de Santiago del Estero, y Junto por la Argentina.
El Frente para la Victoria se ausentó de la sesión, porque quería que se debatiera primero su dictamen de minoría, solicitud que no está contemplada en el reglamento, aunque se quedaron en el recinto el presidente del PJ, José Luis Gioja, y sus pares Ramón Tovares, Sandra Castro y la tucumana Virginia Gallardo.
Los cuatro votos de rechazo fueron de los diputados del Frente de Trabajadores de Izquierda: Néstor Pitrola, Laura Sosa, Pablo López, y Juan Carlos Giordano, mientras que se abstuvieron los legisladores puntanos Luis Lusquiños, Berta Arena y Alcira Argumendo, de Proyecto Sur.
Entre los cambios más importantes se destaca el incremento del porcentaje a tributar sobre las ganancias de los juegos de azar, que pasa de 35% al 41,5% y que reemplaza al impuesto que querían aplicar a las máquinas tragamonedas. Además se estableció que los juegos de azar pagarán 0,75% por apuesta y los online un 2,5%.
El costo fiscal de la reforma de la cuarta categoría será de unos 50.000 millones de pesos (USD 3.181 millones), de los cuales 27.000 están incluidos en el Presupuesto, y el resto se compensará con impuestos al juego y aumento del consumo.