Tras la salida de David Stern, Adam Silver sigue empeñado en cambiar la NBA. Hace un mes fue el encargado de cerrar un acuerdo de Televisión multimillonario. El comisionado vendió sus derechos de televisión a las cadenas ESPN y TNT desde la temporada 2016/17 hasta las 2024/25 a cambio de 19.000 millones de euros (24.000 millones de dólares).
Este acuerdo por nueve años supondrá unos ingresos por temporada de 2.111 millones de euros (2.666 millones de dólares), prácticamente el triple del contrato actual que gira en torno a los 739 millones de euros. De esta forma, se incrementará de forma sustancial el límite salarial.
Con el dinero de fondo aparece la nueva misión de Silver: conseguir que apostar en Estados Unidos se convierta en legal. "Los tiempos han cambiado desde la última ley y las apuestas han aumentado mucho. Se han vuelto populares y la sociedad las ha aceptado. Muchos estados ofrecen loterías, la mitad tienen casinos legales y en otros se puede apostar por Internet", explica Silver sobre su solicitud.
Esta petición se da la misma semana en la que la NBA ha firmado un acuerdo con un importante operador. La intención de esta revolución es económica, pero es un paso más en una gestión que busca mirar al futuro. "Queremos controlar y monitorizar las apuestas para ver movimientos inusuales y tener un protocolo, una edad mínima y mecanismos para controlar y educar a los jugadores de manera responsable", sentencia el comisionado, el único de las grandes ligas americanas que se ha posicionado en este aspecto, mientras la NFL, la NHL y la MLB guardan silencio.