“Crecí en las calles de Queens”, escribió Icahn. “Aprendí a luchar contra los bravucones y fue un gran entrenamiento, porque después construí mi fortuna luchando contra el establishment: en su mayoría directivos y juntas que sentía se aprovechaban de los accionistas”, agregó.
Icahn anunció de esta forma que invertirá 100 millones de dólares en el Trump Taj Mahal, para salvarlo de ser el próximo casino en ir a la quiebra. Sin embargo, dijo que lo haría “sólo si el Sindicato accede a renunciar a las prestaciones médicas”. Hasta el momento, el Sindicato se ha negado.
Icahn anunció que cada trabajador recibiría 2.000 de dólares adicionales, y que podrían suscribirse a los servicios del Obamacare o Medicaid.
Icahn declaró que el sindicato está paralizando las negociaciones. “El Taj Mahal se está quedando sin dinero y es casi seguro que cerrará”, escribió. “De forma censurable, el Sindicato, en vez de trabajar con la empresa para mantenerlo vivo, está haciendo todo lo posible para destruir la posibilidad de salvar los puestos de trabajo de casi 3.000 empleados”, agregó.
El Taj Mahal es administrado por Trump Entertainment Resorts, que a pesar de llevar el apellido Trump tampoco es propiedad del empresario Donald Trump. Esta empresa también era propietaria del Trump Plaza Casino en Atlantic City, que cerró sus puertas. Icahn señaló que el Taj Mahal perdía 7 millones de dólares al mes.
“Yo expuse que mi regla general es no inyectar dinero bueno en malas inversiones”, dijo Icahn. “Sin embargo, si la compañía logra que el Sindicato haga concesiones, yo consideraría hacer mi parte”, escribió. El Sindicato no estuvo inmediatamente disponible para conocer su postura.