El nuevo casino dispondrá de una superficie útil de aproximadamente 2.700 m2, de los cuales, en su planta baja, desarrollará la práctica totalidad del programa de necesidades del Casino (salas de juego y restaurante) con una superficie entorno a los 2.300 m2. En la primera planta, que cuenta con 400 m2, se ubicarán los vestuarios, áreas de personal y administración. La ambigüedad aparente del Casino de Mallorca por su situación en el borde entre el Paseo Marítimo y el centro Comercial Porto Pi, es una de las características de mayor interés del proyecto.
Los espacios exteriores, fronterizos, ofrecen una lectura sumamente sutil en cuanto al uso, que varía a lo largo del día, por medio de un sofisticado sistema de iluminación de leds. Las vistas a través de los huecos de la “muralla” curva convierten el restaurante en un lugar privilegiado. La diversidad y el tratamiento de los accesos permiten usos distintos en zonas diversas, con absoluta naturalidad, destacando siempre el especial valor de las vistas privilegiadas hacia el mar y el Paseo. La claridad de señalización exterior se une a su diseño sugerente, a su gran pantalla de leds capaz de mostrar mensajes ligados y eventos, tanto del Casino como de Mallorca. La luz de huecos, corredores y accesos dotará de una personalidad totalmente definida y sutilmente cambiante al edificio, acentuando en todo momento su autonomía con respecto al centro. Los espacios interiores están divididos por un foso en triple altura que separa el Casino del resto del Centro. La cafetería se encuentra en un aparte, al igual que la sala de máquinas, accesible por medio de una cuidada terraza delimitada por terracotas. Queda señalizado el acceso al centro, con su rampa de entrada desde la calle, el área exterior y el aparcamiento.